viernes, 12 de octubre de 2012

¿ Savater y los toros?


Fernando Savater en su obra Rebelión en la granja  nos hace reflexionar sobre un tema polémico y actual como es la abolición de las corridas de toros en las regiones de España.

Esta polémica ha alcanzado un nivel político desde el momento en que llego al parlamento, ha llegado a ese punto debido a la presencia de un alto nacionalismo, puesto que no ha habido ningún tipo de iniciativa popular. A esto Savater añade que el parlamento no debería meterse en ideas de conciencia individual. El Parlamento esta para “establecer normas que permitan convivir morales diferentes sin penalizar ninguna y respetando la libertad individual”

Moralmente   acude a Tomás de Aquino para respaldar que el maltrato animal es moneda corriente en los moralistas. Hay una relación entre el animal y nuestra humanidad. La relación del hombre con el animal la encontramos desde el principio de la creación del hombre: han sido nuestra comida; nos han servido de transporte, tirando de carros; nos han ayudado en la realización de algunos alimentos, tirando de las norias; y también nos  han servido para combatir guerras, tanto por la movilización de los ejércitos y como armas.

Para terminar Savater hace referencia a dos ideas: El hecho de que los espectadores de las corridas de toros van a ver sufrir al animal. Y en segundo lugar la presencia de comprensión y de hipocresía paralelamente. En la primera nos tenemos que preguntar si es crueldad o no. Y en la segunda se puede ver que Savater quiere  reflejar la incoherencia de la gente que está a favor de la abolición de la corrida de toros, pues aparece una compasión que después no tienen y por ello el autor también utiliza el término “hipocresía”. En este pensamiento abolicionista se hace presente la falta de coherencia, pues no se sabe si realmente.

jueves, 11 de octubre de 2012

¿Puedo "educar" a mi perro?


Actualmente los animales forman parte de nuestro entorno: al entrar en una tienda de decoración, por ejemplo IKEA hay una sección para mascotas en la que se pueden encontrar incluso peluches para animales, y para según que personas los animales forman parte de su familia.  No ha ocurrido alguna vez que se le pregunta a alguien: “¿Cuántos hermanos tienes?” Y responde “tengo dos hermanos y dos perros”.

En la televisión también encontramos este “ambiente animal”  con programas como Pelopicopata, Frank de la jungla o el encantador de perros. Tienen gran audiencia estos programas dedicados a los animales, sus costumbres, etc. Pero algo que puede ser muy educativo  porque  nos enseña: la vida animal, como se encuentran dentro y fuera de su hábitat, etc. Al caer en un vocabulario inadecuado provoca que toda su audiencia se acostumbre a escucharlo  y lo imite sin saber que lo que dice está mal. Es lo que ocurre con la palabra “educar”.

Es importante tener claro que la educación es algo humano. Mucha gente que tiene animales se ofende al oír esto. ¿Por qué el animal no puede ser educado?

La primera razón es que el animal tiene instinto, sigue un  instinto. Se ve comida se la come, el hombre no. El animal puede ser “amaestrado”. La segunda razón es que la educación es algo espiritual y los animales no creen en un “plano superior al orden biológico”. Y la tercera razón es que  la educación incluye “ser moral” y los animales no saben diferenciar entre el bien y  el mal.

Porque como decía Kant “el hombre es la única criatura capaz de ser educada” demás de ser el único sijeto capaz de elevarse hacia el reino de las ideas.

lunes, 8 de octubre de 2012

¿Por qué educar?


Hoy en día hay varias clases de padres: los padres que leen libros sobre como educar a sus hijos: “como ser un buen padres”, “como hacer que mi hijo me escuche” o “como tratar con  mi hijo adolescente”, etc; por otro lado están los padres que no se imponen a sus hijos, como dice Rotthaus, los que caerán en la desesperación y la  resignación; y en tercer lugar, también nombrados por el autor, están los padres que dejan a sus hijos hacer lo que quieran y se empiezan a imponer cuando es tarde y los niños les rechazan.

Estamos en una sociedad en la que el hijo es el “colega” del padre, y la madre es la “amiga” de la madre. ¿Por qué? Los padres tienen miedo de no ser buenos padres, de no saber educar a sus hijos, no saber cómo imponerse, tienen miedo a la negativa del niño.

Rotthaus, pregunta si la escuela debe cuidar a los niños la mayor cantidad de horas posible y aliviar a los padres, o debe resolver todos los problemas sociales actuales como la  discriminación de niñas y mujeres o el aumento de la violencia en la sociedad. La respuesta es NO. La única crisis es la crisis de los padres, crisis de que los padres enseñan valores. La figura materna y paterna es la base del desarrollo del niño. Los padres deben trasmitir cultura, hablar – por tanto educar - de temas como la generosidad, la tolerancia, la violencia, la sexualizar, la religión, etc. Temas que hoy en día está educando: el Estado con asignaturas como “educación para la ciudadanía” o “ética”; y la publicidad.

Explicar el porqué de las cosas es cosa de los padres, y el problema esta en  que ni los padres saben explicarlo: ya sea por miedo a decirlo mal o por falta de información o por falta de formación.