lunes, 9 de enero de 2012

¿Se ha perdido la autoridad responsable?

La respuesta la podemos encontrar en una entrevista que le hizo Núria Escur al filósofo y sociólogo José Antonio Marina, quien advierte la necesidad de reformular la libertad que provocó que los hogares se desborden.

¿Qué es lo que no quieren oír ni ver? 
Ni órdenes ni indicaciones. Los niños de hoy repiten mucho el 'no', por eso es tan común lo de "¿es que no me oyes?", que quiere decir "¡es que no me escuchas!". 

¿La cultura de la permisividad es invisible? 
Como una cordillera hundida: sólo hemos visto crestas. Si yo le pregunto si tiene algo que ver el aumento del consumo opulento con el de niños hiperactivos, usted me dirá que no. Pero sí. La crisis de autoridad no ha sido casual. En absoluto. Reclamamos la recuperación de autoridad pero no sabemos cuál. ¿Qué autoridad? Pues la responsable. 

¿A qué tipo de persona obedece mejor el niño?
Aquel en el que reconoce no el poder sino la autoridad, aquel que ve que emana excelencia, que a lo mejor no quiere mandar sino que, simplemente, comunica respeto. 

Habrá que dejar de presionar a los maestros. 
Claro. Han llegado a su límite de agobio, igual que los padres. Hay que prepararlos para la capacidad de respuesta: el mercado de la droga van a tenerlo ahí igual, ahí delante. ¡Eduquemos su modo de reacción ante ella! Tuve una reunión interesantísima con padres de múltiples culturas: ¡todos querían lo mismo para sus hijos! 

El pediatra francés Aldo Naouri defiende que nuestros hijos "no nos lo van a recriminar. Nos darán las gracias". En mi opinión, tiene razón.

Es mejor mandar y obedecer por convicción que por coacción. Y  es aplicable a niños y adultos.

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